La prueba de esa consideración de vil, mezquino e infame radica en su consigna de sacar ministros a la calle y en los medios de comunicación con el único objetivo de insultar y menospreciar a Alberto Núñez Feijóo.
Por Jesús Salamanca Alonso / Existe en Ferraz fundado nerviosismo por los sondeos que alertan de la pérdida de Moncloa por parte del felón. La tensión ha hecho perder los papeles al mentiroso Sánchez. Y esa actitud no es más que la recogida de lo sembrado. Hasta el PNV ha tardado en reaccionar y en darse cuenta de que le han tenido engañado las huestes mentirosas del degenerado socialismo, más conocido como «Sanchismo».
«Nunca te fíes de un ladrón porque conocido es que, de padre bellaco, hijo caco».
El nacionalismo aprovechado y «encabestrado» no dudó en poner la mano para recoger las prebendas que le ofreció Rajoy e inmediatamente se paso al enemigo con todo su bagaje: no dudó en apoyar al socialismo con la excusa de la corrupción del PP y la condena de un juez asilvestrado que, posteriormente, ha sufrido el correspondiente correctivo y cavado la tumba de su carrera profesional. Ahora, ese nacionalismo no duda en lanzar a las redes sociales si debe seguir apoyando al socialcomunismo o retirarle su apoyo, algo que debió hacer tras declarar el tribunal al PSOE como el partido más corrupto y mafioso de Europa.