«La alternativa que le quedaba a Moncloa era dar la vuelta al argumento y presentar el veto galo a España como un triunfo. Maquillar el varapalo».
Publicado en ABC y Cosas de una bailarina / Es extraño que el Gobierno quiera vender como un éxito diplomático lo que no es sino un fracaso político como el de verse forzado a dar por enterrado definitivamente el MidCat, el gasoducto con que España y Portugal querían contentar a Alemania pese al drástico rechazo que había expresado Francia.
Macron se ha impuesto a Scholz, Sánchez y Costa sin contemplaciones, y el presidente español queda una vez más retratado por la hemeroteca y sus contradicciones.