La falta de una agencia de distribución y control de los fondos europeos es el motivo del caos reinante, cuestión ésta que se manifiesta también en cuanto toca el Gobierno de la sospechosa siniestra.
Por Jesús Salamanca Alonso / Hay empresarios que han iniciado inversiones supeditándolas, o dando por segura, la llegada de los fondos europeos que tan mal gestiona el Gobierno socialcomunista y, hartos del caos, así como de la falta de criterios claros, se han visto obligados a renunciar a las mismas. No es un dato aislado, sino un grito nacional que se escucha a lo largo y ancho de toda nuestra geografía.
Explíquenme cómo puede ser que el dinero tarde entre seis y ocho meses en llegar a su último destino desde el momento de la aprobación. La solución a tanto despropósito no es otra que ordenar lo que está anclado en un desorden brutal. Y si no lo explica el Gobierno, al menos que dejen explayarse al «melocotón» de Nadia Calviño antes de que Anticorrupción tome cartas en el asunto. La falta de una agencia de distribución y control de los fondos europeos es el motivo del caos reinante, cuestión ésta que se manifiesta también en cuanto toca el corrupto Gobierno de Pedro «El mentiroso».