Sin recurrir al panorama apocalíptico, que pintó hace unos días Pablo Casado, debería explicar el presidente los datos de la deuda pública española, el déficit y la inflación.
Por Jesús Salamanca Alonso / Cualquiera que conozca la negativa gestión del Gobierno en cualquiera de los ámbitos donde ha metido la mano, no puede por menos que llevarse las manos a la cabeza; ahí tienen la pandemia en la que el actual Ejecutivo ha quedado descolgado respecto a la mayoría de los países de la UE. Y si lo prefieren investiguen sobre cómo se ha llevado a cabo la vacunación: el propio Gobierno se ha hecho el loco y ha dejado que fueran las comunidades quienes gestionaran el proceso. Sólo acude cuando hay que ponerse insignias en la fraudulenta cogobernanza. ¿Y las ayudas a La Palma? Tras meses del desastre no hay ayudas, pero sí promesas que a nada conducen. Estamos tan acostumbrados a las mentiras del presidente que hemos acabado por desinteresarnos de cuanto dice; no es infrecuente escuchar en cualquier cafetería: «¡Apaga la TV que ese fantasma no dice más que mentiras!» Sigue leyendo