Entre la militancia de Ciudadanos crecen las voces contrarias a allanar el camino al PSOE y al comunismo sectario.
Por Jesús Salamanca Alonso / Unos por otros, la casa sin barrer. Si Albert Rivera dejó el partido en caída libre, Inés Arrimadas lo lleva en picado. Eso suele suceder cuando se intenta avanzar dando tumbos en política. La ‘veleta’ ha vuelto a funcionar con Arrimadas desde el momento en que quería pactar con socialistas y comunistas a toda costa. Recuerden que por culpa de la indefinición de Albert Rivera se llegó a la moción de censura contra Rajoy.
No sólo nos damos cuenta desde fuera. También dentro de la formación política andan las cosas muy revueltas y, ya se sabe lo que sucede en estos casos, siempre ganan los buenos pescadores. De momento, la que ha pescado ha sido Lorena Roldán. De aquí a las elecciones catalanas aún podemos presenciar más deserciones. La pena es que en Ciudadanos sí hay gente de valía que no va a poder desarrollar sus capacidades políticas en toda su amplitud. Juan Marín es un ejemplo, al igual que lo es Carrizosa. Sería una lástima que estos líderes, junto con otros en ayuntamientos y comunidades, se perdieran por los farragosos callejones de la política. Sigue leyendo