No hay dinero para pagar el Ingreso Mínimo Vital, pero la campaña de autobombo ya la hicieron en los medios libres y en los amarillentos.
Por Jesús Salamanca Alonso / Ya nadie duda de que, a día de hoy, el Ingreso Mínimo Vital (IMV) sigue siendo una ‘castaña’; o sea, algo mal planificado y mal gestionado. No es de recibo que miles de trabajadores sigan sin cobrar la prestación. Tan solo cobran quienes lo hacen de oficio y unos miles más. Muchas familias vulnerables esperan o, tal vez, desesperan porque no ven el momento de coger el ‘flotador’ que tanto necesitan. El SEPE sigue colapsado por lo que entre ese servicio, el propio Gobierno y la ineficacia de Trabajo y Seguridad Social han destrozado el mal llamado “escudo social”.
Miles de solicitantes van a tener que esperar hasta octubre porque no hay citas previas hasta otoño. Tanto solo hay respuestas automáticas, de ahí que nadie entienda eso de que “el problema de España está en la oposición”, como dice Yolanda Díaz, ministra de Trabajo. De momento, con el escrache de hace unos días y los que están programados contra su gestión, tal vez entienda que son los trabajadores más necesitados quienes “la tienen ganas” y no la diestra extrema, como torpemente ha querido dar a entender. Sigue leyendo