Pero, hombre de Dios, ¿en qué mundo vive usted, señor Herrera, don Juan Vicente? ¿Cómo se deja engañar por tanto aprovechado que pulula a su alrededor? ¿Qué es eso de incluir al cachalote y a la marsopa en el mapa de Castilla y León? Apreciado Herrera: ¿es usted un incauto o fuma en lugar cerrado?
Estamos ante una prueba más de cómo varios de sus directores generales se han echado al monte y le tienden trampas tras cada una de las esquinas que intenta doblar. Lo de los cachalotes y las marsopas es un dato que sabíamos muchos investigadores, analistas y periodistas; pero usted no se entera, porque sus equipos están atrofiados, desgastados y envejecidos. Hace tiempo que usted, como presidente de una comunidad autónoma muy envejecida y abandonada, debió aleccionar a sus cercanos en el sentido de instarles a que aprendan que el trabajo aleja de cualquier persona digna tres grandes males y esos son: el aburrimiento, el vicio y la necesidad.
La inclusión del cachalote y la marsopa en el Programa de Desarrollo Rural ha hecho que el líder socialista se mofe del “copia y pega” de los asesores de Herrera. Al menos deberían releer lo que copian y pegan, porque muchas veces lo escribimos con referencia a otras comunidades y a otras latitudes. A esos asesores de dibujos animados les ha sucedido lo que al mal alumno de bachillerato que, ante el encargo de un trabajo con base científica por parte del profesor, no se le ocurre otra idea que “copiar y pegar” de una página web, con nefasto resultado por no saber elegir la información y por la vagancia de no releer el trabajo una vez finalizado.
Según Oscar López “es el resultado de que la Junta tiene gerentes oscuros que se dedican a fotocopiar y pegar documentos de otros”; es decir, Herrera se rodea de tontos útiles que, a la larga, demuestran su caradura, su evidente necedad y su experiencia en mamonear a cambio de gruesos e injustificados sueldos. La vicepresidenta de la Junta también ha ironizado y “le echa la culpa a la consejera de Agricultura”. Es una evidencia más de cómo están a matar en el PP de Castilla y León con tal de mantener un gramo de poder, aunque lleven encima una buena carga de vergüenza y desprecio.
A pesar de los pesares, a Juan Vicente Herrera no le echan del poder ni con agua hirviendo. Seguirá ahí por el desconocimiento real de lo que acontece en la comunidad por parte de la población, además de por la inexistencia de una oposición responsable y sensata, así como por las atrocidades que Rodríguez ‘Vendeburras’ ha cometido desde el Gobierno central. Como buen conocedor de Herrera Campo doy fe que no es un mal hombre pero sí es muy mal calculador y un aturdido gestor; sin Tomás Villanueva, el actual presidente hubiera hecho un ridículo atronador. Qué suerte tienen quienes tienen mala memoria, porque se ahorran muchos remordimientos.