Tiempo ha llegué a pensar que Rajoy era un pésimo candidato- por la coyuntura socio-política de una actualidad donde él parece un político decimonónico- pero un probable presidente de gobierno excelente.
Las muchas necedades de este distraído irresponsable, me supone dudar de su efectividad en ambos casos. Triste, porque es la alternativa política que se vislumbra en estos tiempos de disolución generalizada. A ver si se transforma cuando llegue a esa meta que el crimen continuado del tiempo zapaterista le ha atragantado. Gobernar ha de ser un deseo en la actitud de servicio, no una obsesión por conseguir el poder; ya sé que con los tiempos que corren, decir algo tan ingenuo es soberana estupidez después del inmundo rastro socialista, pero no hay que perder la fe en la normalización de ciertas dignidades de un futuro político con capacidad para dirigir nuestros destinos.
Hasta este momento la confianza está bajo mínimos, pero lo de la desgravación a la vivienda y otras inspiraciones sobre la marcha igual devuelven la esperanza de que sí sea efectivo en futuras gestiones… pero para ello habrá que ganar primero las elecciones y sigue siendo pobre candidato para lucir tanto triunfalismo.
* FUENTE: Opinión recibida de nuestro ínclito amigo, Ignacio F. candela, autor de «La afilada navaja de Ockham II».
NOTA DEL EDITOR.- Entendemos que ‘Mariasno’ es un cencerro que nada resolverá en esta España infecunda. Y si a ello añadimos que toma como modelo al Gobierno tercermundista de Juan Vicente Herrera, entonces estamos ante un tonto supino, no ante un gobernante. Esa tontería, teñida de estupidez mediática, la ha demostrado ayer, día 11, la ‘niña’ de Rajoy. Sin comentarios. Pero votar al PP es votar idiotez, ignorancia, parasitismo, mediocridad, estupidez e ignorancia. ¿Alguien da más? Lo dudo. Mejor votar a una opción regionalista del estilo de Unidad Regionalista de Castilla y León.
Muy agradecido, D. Jesús, por brindarme la alegría y el privilegio de encontrar mis humildes letras junto a las lúcidas suyas. Es un verdadero Honor, a tenor de la admiración que le profeso por su intuitiva certeza en la deducción, avalada por una experiencia profesional encomiable y un estilo personal de espíritu libre paradigmático.
No es extraño que supiera de Usted por Julio, quien me ha otorgado la fortuna de conocer personas tan significativas en estos tiempos que acontecen.
De tener España más almas resolutivas en la nobleza como Usted, valientes y dignas sin paliativos, millones de inocentes ciudadanos nos habríamos ahorrado no pocos sufrimientos y una indefensión que hace de su actitud un valor sobresaliente para dar ejemplo de continuidad a su Dignidad de la que tantos carecen.
Avalo pues, por convicción, la opción de Unidad Regionalista de Castilla y León que Usted refrenda.
Muchas gracias su excelente labor.