Bibi Aído, no acierta ni cuando rectifica
Bibiana Aído, ministra del Gobierno ZP y bloguera
¡Bibiana, no me jodas!, habrá dicho Rodríguez Zapatero, remedando aquella parecida expresión del árbitro hacia el linier, Rafael Guerrero. Y es que la señora “miembra”, ministra de igualdad, ha sorprendido a todos (genérico, no es necesario añadir “y todas”) con sus afirmaciones categóricas. Pocas veces la ignorancia ha salido a la luz con tanto ímpetu. Bibi Aído se ha pasado tres pueblos y ha estado a punto de pasarse otros tres por defender lo indefendible.
Eso de miembros y “miembras” no es más que una vulgaridad, fruto de la falta de formación y del desconocimiento de los códigos internos de una lengua. Si lo hubiese dicho en una tertulia de amigos, a modo de broma o dentro de un chiste, no se lo hubiéramos tenido en cuenta, pero al decirlo en el Congreso la repercusión ha sido mayor.
Todos tenemos nuestras limitaciones, no solo en lo que a la lengua se refiere. En este caso, Aído ha llegado a defender la expresión, para después retractarse. Eso de que viene de viaje y el término es de uso común en esas tierras es una tontería supina, escrita con mayúsculas; aunque fuera cierto, no puede ser que en setenta y dos horas se le pegue tanto un término, y mucho menos un término sin uso.
A esas barbaridades ha acabado por añadir que no descarta que “se pudiera incluir la expresión en el diccionario”. Pues no, señora, no se va a incluir, así que puede descartarlo con toda tranquilidad y toda seguridad. Antes de seguir diciendo tonterías, con la que le está cayendo al Gobierno de su jefe, Rodríguez Zapatero, dedíquese a trabajar, planifique y estructure su Ministerio, estudie, asesórese y, cuando disponga de un ratito, actualice su blog que está lleno de telas de araña. Hace que no pasa usted por allí desde que le nombraron ministra ‘de la nada’. No se ofenda, pero su Ministerio hasta el momento es eso, le pese a quien le pese, sean miembros del Gobierno o “miembras”.
Ha tenido que salir a la palestra Gregorio Salvador para aclarar y poner luz con taquígrafos a la expresión de la “miembra”, Bibi Aído: «Eso sólo se le puede ocurrir a una persona carente de conocimientos gramaticales, lingüísticos y de todo tipo. Además, en España no podemos decidir sobre una lengua que se habla en muchos países». En una palabra, y como aclaración para los ‘Aídos’ que pululan por los aledaños del Gobierno de Rodríguez Zapatero, Gregorio Salvador ha venido a decir que la “miembra”, ministra de igualdad, no se entera de lo que vale un peine y, por si no era suficiente, demuestra que es una inculta, incauta e ingenua.
Esta señora debió de escuchar alguna vez aquello de “jóvenes y jóvenas” a Carmen Romero y ha pretendido emularla. Por Dios, Bibi, si hasta el corrector del procesador me está llenando la página de culebrillas rojas, subrayando la expresión “miembra” y “miembras”.
Bibi Aído seguramente es producto de la LOGSE, no lo duden. Lo sorprendente es que otras ministras anden sueltas por ahí diciendo estupideces de gran calibre como aquello del “Consejo de ministros y ministras”. Me recuerda a Ibarreche con sus permanentes alusiones a los “vascos y las vascas”. Nada que aclarar. El académico de la Lengua, Gregorio Salvador, lo ha explicado perfectamente, aludiendo al sistema económico de expresión de la lengua y al uso del masculino.
Posiblemente Aído esté harta de miembros; pero eso es algo que ella debe decir y decidir. También debe aprender a resolver problemas de la ciudadanía y centrarse en el trabajo que, por lo que viene demostrando, no es su fuerte. Y déjese de usar y defender barbarismos. Para eso está el gerente del oráculo socialista, ‘Pepiño’ Blanco, don José.