Por Xavier Carrió. El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha comunicado a Rodríguez Zapatero que va a abandonar la cartera de Trabajo ya que piensa concurrir en las listas del PSC a las elecciones catalanas de otoño con el fin de «reforzar» la candidatura de Jose Montilla que al parecer lo quiere como revulsivo pra sus bajas expectativas en el Baix Llobregat. Lo que pasa es que cuando Corbacho se fue de Hospitalet, la mayoría estaba trabajando y ahora ya muchos de ellos han caído en el paro, que él desde Madrid no ha sido capaz de remediar. Solo cabe esperar que el votante del cinturón de Barcelona se dé cuenta de que en el PSC sólo hay catetos, analfabetos, triunfadores del derroche y del paro, vividores y gente sin alma y sin misericordia hacia los trabajadores y mande a estos cantamañanas al paro.
En solo dos años y pico al frente del Ministerio ha conseguido doblar la espectacular cifra de parados y pasar de 2.300.000 en mayo de 2008 hasta los 4.500.000 actuales y solo se le conoce por su labor de comentarista en los medios a la hora de disfrazar de este desastre nacional, sin aportar absolutamente nada para intentar reducir el desastre. Es de suponer que su sucesor si pretende superar esta marca, lo tendrá francamente dificil.
Supongo que a Zapatero, que no quiere irse de ninguna manera, tendrá la excusa para abordar los cambios en su Consejo de Ministros y aprovechará esta coyuntura para nombrar también sustitutos a la Vice-presidenta Fernández de la Vega, a la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, abducida por Zapatero para darse el gran batacazo en Madrid, así como al ya hace tiempo desaparecido en combate Miguel Angel Moratinos en Exteriores. A las feministas de cuota no creo que las cambie, no tienen adónde ir. Todo sea para aguantar la ruina socialista hasta 2012.