¿Libertad o destierro?

Máxima expectación en el aeropuerto de Madrid-Barajas para recibir a los siete presos de conciencia cubanos liberados, tras la intermediación de la Iglesia Católica y el Gobierno de España con el régimen castrista.

Después de un largo viaje, los disidentes comparecieron, previo paso por la peluquería, con ropa nueva y recién duchados, para la propaganda ante los medios de comunicación nacionales e internacionales en una sala de la T-4.  Los presos se mostraron pletóricos al poder estar junto a sus familiares que ahora están condenados a vivir en un país extraño, con un  futuro incierto a pesar de las promesas de nuestro Gobierno. Los sacan de la carcel ……. los meten en un avión un montón de horas y salen en un país lejano, lejos de todo lo que ha sido su vida hasta ahora…….. y ahí empieza su «libertad«. Para mí esto es deplorable . Y va a ser durísimo.

De momento en su primer día de destierro han sido alojados en un hostal a las afueras de Madrid y se supone que después de los primeros días de propaganda institucional van a ser abandonados como tantos otros y pasarán a engrosar con sus familias nuestras nutridas colas ante el INEM. Hoy llegan otros cuatro en las mismas condiciones. Todos ellos probablemente van a incrementar la colonia de más de tres mil cubanos que han estado llegando como exiliados a nuestro país y que sobreviven aquí a duras penas. Menos mal que entre ellos sí existe la verdadera solidaridad y se apoyarán.

Éste no es más que el resultado de una política de complacencia y de las negociaciones que nuestro Gobierno –con nuestro inefable Moratinos al frente– ha llevado ante los dictadores, con el fin de que Europa llegue a creerse que en Cuba se ha iniciado un cambio hacia la democracia. Y de todo esto nada de nada.

En Cuba todo está atado y bien atado. Los tiranos con ello se quitan de encima varios problemas, se quitan la presión internacional, evitarán voces discordantes desde las prisiones de la isla y traspasan la responsabilidad del estado físico y social de estas personas otro país y sobre todo consiguen que Moratinos  siga haciendo el ridículo ante la Comunidad Europea, para gloria de la dictadura más vieja del mundo. A cargo como siempre de nuestro lánguidos presupuestos.

Y no estaría de más que los progresistas oficiales empezaran a tomar buena nota y salieran de detrás de sus obsoletas pancartas a modo de guarida, les pasarán un trapito para quitarles el polvo y el moho. Por cierto, dejen de aplaudir los ‘grandes logros’ de una dictadura donde la ausencia de derechos y libertades individuales e instituciones democráticas es la principal bandera en la isla desde hace más de cincuenta años.
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