Está suficientemente demostrado que el socialismo no solo reparte miseria, sino que esquilma a los pobres, aborrece a los trabajadores y se enfunda la casaca de los ricos y los poderosos. Los pobres del mundo, como dicen en su Internacional, son pobres porque el socialismo siempre los negó su apoyo. Y si no los llevó al cadalso fue porque no tuvo mejor ocasión, pero se ha aprovechado de ellos a lo largo de la Historia.
Lo más sorprendente es que siempre y donde ha gobernado, ha acabado mostrando sus miserias y demostrando su abandono a los pobres y su acercamiento constante a los ricos. Nunca a lo largo de la Historia abandonó el socialismo los árboles de buena sombra. ¿Un ejemplo? Hace unos meses ‘inyectó‘ miles de millones de euros a la Banca, mientras dejaba a los pobres en manos de Cáritas y otras organizaciones de la Iglesia.
¿Acaso los sindicatos de clase se han ocupado alguna vez de los pobres y los desfavorecidos? ¿Por qué no atienden los sindicatos los comedores sociales y los albergues de necesitados? ¿Por qué no venden sus sedes sindicales? ¿Por qué no ayudan a los trabajadores que lo precisan? Muy sencillo: ¡Es el estúpido y miserable socialismo!
