Un túnel mal medido lo fijaron en «25 gorras, diez periódicos y siete dedos». Me recuerda a un viejo herrero de mi pueblo que, no sabía utilizar el metro, pero la precisión en su trabajo era milimétrica.
Por Jesús Salamanca / Raquel Sánchez Jiménez no quiere volver a reunirse con los transportistas. Sigue en el burro: «los huelguistas son de ultraderecha», insiste, aunque Nadia Calviño niegue lo innegable y constatado en imágenes. Con la ministra en el Ejecutivo no se van a desactivar las huelgas que ya se programan de aquí al 23 de julio. Para seguir avanzando es condición de los transportistas que sea cesada «ipso facto».
El último escándalo de su ministerio fue que los trenes no cabían por los túneles, siendo de mofa y escarnio, hasta el punto de decir se de ella que «no sabe utilizar el metro y mide la anchura de los túneles con hojas de El País, gorras, sombreros, carpetas y dedos»; o sea, un túnel mal medido lo fijaron en «25 gorras, diez periódicos y siete dedos» ¿Entienden ahora por qué no cabían los vagones por el túnel? Explíquenselo a Miguel Ángel Revilla, por Dios.