Pedro Sánchez recurre a los recursos del Estado para uso personal, incurriendo en malversación de caudales públicos, al igual que lo ha hecho con los desaparecidos fondos europeos.
Los etarras Txapote y Parot.
Ya es el grito de guerra. No hay lugar de España donde no le recuerden su condición filoetarra, algo que hasta al torpe y mostrenco socialista, De Celis, le molesta. Pedro está recogiendo lo que sembró, al igual que lo recogió en su última etapa de desgobierno el hoy «Doctor Horroris Causa» por la Universidad de León, José Luis Rodríguez Zapatero. Sorprende que Fernández Mañueco, insulso presidente de la Junta de Castilla y León, haya tragado las culebras que le sirvió la ULE, como sorprende que el único, y ya casi desaparecido mamerto de las Cortes de Castilla y León, esté callado ante tamaña injusticia. Él, Fernández, podemita descontrolado en franca desaparición, tan dado a insultar a cuanto pasa por su lado y a criticar aquello que desconoce, se lo manduca con tal de mantener el sueldo a toda costa y no volver al quiosco de phosquitos de León. ¡Traga, traga, valiente, que alguien te compensará!
«No hay duda: el amigo de «Txapote» arrasa con cuanto no es suyo. Algo le falla en la azotea deslucida, chulesca, descentrada y llena de miserias».
Volviendo a la «chapapotería» no hay duda de que la ciudadanía apunta con el dedo a Pedro «Mentiras» por el cúmulo de despropósitos que lleva a hombros, desde el injusto y anticonstitucional arresto de pandemia, pasando por la subvención dada a la empresa de su padre (y denegada a miles y miles de autónomos) y acabando por la desaparición y el descontrol de los fondos europeos. ¿Quién va a decir que no merece los abucheos que sufre? Muy pocos está sufriendo para el daño que ha hecho en tres años. Habrá que subir el volumen a medida que se acerca mayo, de ahí que los candidatos autonómicos no lo quieran ver ni en pintura. ¡Muchos ya juran en arameo!
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