Saben que si no salen elegidas tendrán que recoger cebollinos o algo peor porque su albañal ideológico engrosa día a día cantidad de porquería.
Por Jesús Salamanca Alonso / Lo que queda de la formación pastoreada, que no liderada, por Ione Belarra, estaba acurrucada como una perdiz esperando el momento de echar a correr. Eso de que Yolanda Díaz no contara con las «chicas» de Podemos para su proyecto de SUMAR, no sentó nada bien. Belarra, Montero, Serra y demás vidas regaladas empezaban a verse fuera de la política y no dormían sabiendo que se jugaban el futuro como políticas mediocres, el escaño lo veían perdido, el sueldo, el coche oficial y la «vida padre» ya que ellas son machistas, pero con patada de buey.
La formación de Podemos es garantía de pérdida de votos para el PSOE y desprecio por sus dirigentes.
El caso es que sin hacer carrera tendida han encontrado el momento de debilitar a la «Yoli» y su proyecto. Y si a eso unimos la mala fama que arrastra Ada Colau, la presunta condena que le caerá a Mónica Oltra, el desmarque de la morita melillense y la espada de Damocles que pende sobre la cabeza de Mónica García por su presunto sucio trabajo en la creación de Más País y su ineficacia en Más Madrid, pues resulta que la vicepresidenta segunda empieza a no poder adornarse con plumas cual pavo real.