¡No se puede aparentar cuando se viene de donde se viene!

Es tan fácil hacer el ridículo como actuar tal cual lo hace «la Yoli», la misma que se hace llamar doña Yolanda por sus subordinados. Incurre en un catetismo trasnochado y en un complejo de superioridad, que no es más que un mecanismo de compensación para tapar su torpeza, chulería y parasitarismo sindical.

Yolitonti

Su torpeza y demostrado analfabetismo le llega para enfrentarse, incluso, al Gobernador del Banco de España y decir que es un «ceporro» y desconoce el mercado laboral.

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