La ministra quería volver a casa «sola y borracha», continuó con su credo de falsa igualdad, pero sigue sin saber que la regla de metro tiene cien centímetros y diez decímetros.
Por Jesús Salamanca Alonso / No me explico cómo ha sobrevivido la ciudadanía hasta ahora sin un Gobierno socio-comunista. Hemos tenido que esperar a que llegara este esperpento de Ejecutivo para que comprobáramos lo que nos hemos perdido de la historia. Jamás un Gobierno precisó de la mentira, la insensatez, la estupidez, la patraña y la chulería para sacar adelante la nada.
Ha caído tan bajo la mayor parte del sobredimensionado Ejecutivo que hasta la vicepresidenta económica recurre habitualmente a la mentira para justificar su mala gestión y peores artes, sus caducos hábitos y sus nefastas previsiones. Hasta el departamento de economía del BBVA y el BCE apuntan con el dedo a esta pobre desdichada que ya ha perdido su poca credibilidad. Sigue leyendo