Contra esa tropa se presenta Macarena Olona, que no necesita escoltas masculinos que le magneticen, le llenen y le caldeen los mítines porque ella sola revienta los aforos.
Por Eduardo García Serrano en EL CORREO DE ESPAÑA / Macarena Olona es inteligente, es brillante, es valiente y, perdóneseme el micromachismo, es guapa. Tan guapa que parece salida de los pinceles de Julio Romero de Torres y de la pluma de Miguel Hernández: «una mujer morena resuelta en luna se derrama hilo a hilo sobre la cuna». No soy militante, ni simpatizante, ni votante de VOX, pero si fuese andaluz votaría a Macarena Olona.
Con las dos manos, sin dudas, sin peros, sin reparos y sin la necesidad del bálsamo moral del mandato joseantoniano en los comicios de 1934: “En estas elecciones votad lo que os parezca menos malo”, porque Macarena Olona no es el mal menor en las elecciones andaluzas, es el bien posible. El único posible. Sigue leyendo