El cuello de botella de la transparencia lo han adaptado a su antojo, provecho e intereses desde el poder
Por Jesús Salamanca Alonso / La hipocresía corroe a nuestra sociedad, al igual que la indignidad y la degeneración ha invadido algunas de nuestras instituciones. La manada socialcomunista aglutinó a incautos indignados por la canción de Eurovisión, pero ha silenciado la calle a pesar de los abusos y la nefasta gestión que ha llevado a la brutal subida de la luz, la gasolina, el gas, el camuflado paro o el exagerado e insospechado IPC que se nos amontona.
Hasta los sindicatos lacayos de la izquierda nos muestran que la representación de los trabajadores no se ajusta a la realidad, como ellos no se ajustan a Europa y sí a las torpezas de «la Yoli» comunista. Podrán comprobarlo el día 1 de mayo, fecha en que la cara dura de los sindicatos clasistas y sectarios se muestra en toda su crudeza. Han fallado a la ciudadanía, pero querrán dejarse ver por aquello de la mamandurria. Ayer, precisamente, un miembro del Gobierno de Castilla y León me comentaba la necesidad de acabar con las subvenciones millonarias y perdidas que se otorgan a sindicatos sectarios e inservibles, cual chiringuitos de la izquierda dormilona. Sin duda, el atractivo «Pacto de la Esperanza», firmado por PP y VOX, abrirá un camino al respecto que no debería tardar en extenderse por todo el territorio nacional. VOX se tiene que mojar: estaremos vigilantes del fin de esas subvenciones y otros puntos de su programa. ¿Será un simple PP, pero inexperto? Sigue leyendo →