El 60% de los nuevos contratos indefinidos de los que se vanagloria el Gobierno son tan precarios como antes.
El Gobierno ha activado toda su maquinaria propagandística con los últimos datos del paro. Maestros de la mentira y la prestidigitación, en los ministerios de Trabajo y Seguridad Social no han dudado en vender los números de abril como un milagro laboral que no puede ser más fraudulento. La realidad es que la firma de un contrato indefinido no garantiza su duración hasta la fecha de retiro del trabajador «indefinido no equivale a infinito». Por tanto, la temporalidad efectiva de los trabajadores en sus empleos no se reduce por la figura contractual con la que se hayan vinculado a la empresa.