Pablo Casado lleva escondido desde el 13-F y le está lloviendo porquería por todas partes. Nadie mejor que él hace honor a la «derechita cobarde».
Por Jesús Salamanca Alonso / Isabel Díaz Ayuso ha destrozado al cavernario Partido Popular de «Génova» por mentiroso, mafioso y trapacero. Hacía tiempo que en el PP habían encargado una investigación sobre ella, pero siempre lo negaron: se trataba de acorralarla y chantajearla para que no hiciera sombra a Pablo Casado.
Hasta en el entorno de Isabel surgieron los traidores, listos para ver qué hacía, en qué metía la pata y cómo se podía poner trampas para, llegado el momento, pulsar el botón de su destitución o destrucción política.Así es la mentalidad tarada, lastrada escondida tras una venganza retroactiva. No es el guerracivilismo que utiliza la izquierda malsana, pero sí estamos ante una guerra de guerrillas donde no llegará la paz. Necesariamente, y llegado a este punto, tiene que haber vencedores y vencidos.
La empresa no aceptó las ilegalidades que se le encargaban y no hubo más conversación al respecto. Acaba de presentar su dimisión uno de los culpables: Ángel Carromero
La trama estaba urdida por el «esputagüitos« murciano, Teodoro García Egea, el mismo que compraba intenciones entre traidores de Ciudadanos, acosaba y trampeaba a Cayetana Álvarez de Toledo, incluso bramaba cuando las encuestas daban a la marquesa de Casa Fuerte un 92% de popularidad y credibilidad frente al 8% que daban a Pablo Casado. Ya nadie duda que García Egea es el burro de Troya, consentido y amparado por el presidente Casado. Decenas de tramas y traiciones, como la que nos ocupa, las describe la marquesa de Casa Fuerte en su interesante y actual obra: «Políticamente indeseable». Sigue leyendo