El Gobierno avanza a la desesperada y promete lo que no está escrito con tal de que le aprueben las pinceladas a la contrarreforma.
Por Jesús Salamanca Alonso / Mala gestión y peor imagen del ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños. Intenta recabar apoyos para la contrarreforma laboral porque el Gobierno tan sólo cuenta con 155 escaños en la Cámara Baja. Pinta mal y varios grupos ya han anunciado su negativa. El listo de Garamendi ha metido en un buen lío a la ministra comunista y a los «hambrientos y sedientos» sindicatos clasistas, pero lo ha hecho a un alto precio: la CEOE se ha desmoronado. El Gobierno avanza a la desesperada y promete lo que no está escrito con tal de que le aprueben las pinceladas a la contrarreforma de Yolanda y CC.OO. Europa no espera.
Bolaños quiere hablar con todos, dice, pero esos «todos» no están muy interesados en hablar con él. No ven futuro a esa contrarreforma pagada. Hace agua en todo lo introducido. La barbaridad de la ministra comunista de primar el convenio de ETT para afianzar y fomentar los fijos discontinuos no va a ninguna parte, incluso pretende que tenga prevalencia sobre los sectoriales. Hay algo que está muy claro en la contrarreforma: va a salir mucho más caro contratar y no todas empresas pueden asumir esa carga. Sigue leyendo