Por Ignacio F. Candela / EL CORREO DE ESPAÑA / Con el tiempo quizá se descubra que el mayor error del miserable Sánchez fue traicionar a cuantos impulsaron su fraudulenta presidencia. Los ha dejado epatados y descompuestos con el aviso para navegantes: Sánchez, el único imprescindible del PSOE, no paga lealtades así estuviesen dispuestos a arrojarse de cabeza por el líder.
Aunque todavía no les ha dado tiempo a digerir el cianuro político que les han servido en bandeja desde presidencia, la radical, arrogante hasta el ridículo, Calvo, el encarado y esquivo del escándalo continuado Ábalos y el ingenuo bufón de la corte sanchista Redondo deben de estar harto cabreados. Sigue leyendo