Son tantas las marranadas que no cabe la menor duda de que España está secuestrada por criminales sin escrúpulos, genocidas también.
Por Ignacio F. Candela / EL CORREO DE ESPAÑA / Era inevitable que aprovechando la pandemia la porqueriza socialista hocicara en la piara de Ciudadanos, después de que los responsables del partido naranja mostraran la voluntad de retozar en el barrizal de Pedro Sánchez.
Los olores fétidos contagian de mal gusto la política pero hay narices como la de Inés Arrimadas que son origen de la fetidez de lo infame, con esos bandazos de histrionismo personal que la han arrojado al vertedero de la desvergüenza pública. Acompañada por arteros bufones han pretendido desempeñar el protagonismo de la traición, aprovechando las debilidades impuestas por una tragedia sanitaria y una crisis económica. Sigue leyendo