La situación sanitaria del coronavirus no da para inútiles y ociosas batucadas ni bailes famélicos ni pijaditas propias del Ministerio de “Niñatas y Niñeras”.
Por Jesús Salamanca Alonso / Es una insensatez organizar manifestaciones el 8-M. Celebrar ahora el Día Internacional de la Mujer con manifestaciones es una muestra de irresponsabilidad sin precedentes. ¿Acaso el Día de la Mujer no es todos los días del año, incluido el Día de San Valentín? ¿Cuándo se celebra el día del hombre o por qué no se celebra? ¿Nos hemos vuelto locos? ¿O es que las neuronas sólo han dejado de funcionar en las ‘femilocas’? Tenemos un Ministerio de “Niñatas y Niñeras” que aún no sabemos para qué sirve; ese ministerio no sabe escuchar, pero sí decir brutalidades a diario. “Sólo las obras dan fuerza a la vida”, decía Jean Paul Richter.
El último 8-M fue denominado como la fiesta de la infección, la irresponsabilidad y la indignidad. ¿Acaso pretendemos este año celebrar la misma mezquindad? Nadie apoya tal despropósito, salvo insensibles adocenados: ahí tienen a ‘Chinchenique’, a quien se suman organizaciones ‘femis’ que viven de la mamandurria parasitaria. Ya decía Miguel de Cervantes que “sobre el cimiento de la necedad no asienta edificio ningún cuerdo”. Sigue leyendo