Nos sale más caro el sueldo público y fantasma de la niñera ministerial que la formación de la presunta futura reina.
Por Jesús Salamanca Alonso / “En la historia no hay sembrador de cizaña que no recoja sus siembras; máxime cuando se sospecha un genocidio protocolario que ninguna demagogia puede ocultar. Al final todo se sabe y el vicepresidente ha dejado muchos cabos sueltos de indicio criminal”. Son certeras palabras de una persona afectada de lleno por las consecuencias de la pandemia: unos hechos que sólo a él compete explicar, como así lo hizo en diversos medios de comunicación. Incluso quienes no hemos pasado por ese sufrimiento, entendemos certero lo entrecomillado. Sigue leyendo