El frío mata. Es una forma dulce de morir, te invade un sopor gélido y amaneces más tieso que si te hubiera tocado la tercera imaginaria en Krasny Bor.
El frío mata a los pobres cuando las Filomenas socialcomunistas del Gobierno permiten que los ladrones capitalistas de las Eléctricas suban el precio de la luz un 27% en la cumbre de la helada, cuando los grajos no alzan el vuelo y los buitres de Podemos y los cuervos del PSOE anidan en sus chalés de lujo con sus barraganas baratas y sus mucamas de patera solidaria, a las que contratan sin papeles y pagan en negro subsahariano. Sigue leyendo