Pretende Sánchez que la culpa de algo pueda recaer en alguien que no sea él. Sabe de su ineficacia y de la ineptitud de sus cercanos.
Por Jesús Salamanca Alonso / Estamos en septiembre y nada sabemos de los presupuestos de Sánchez, salvo que se la ha querido “meter atravesada” a Pablo Casado y ha insistido en que debe haber presupuestos para que llegue el dinero de Europa. Mentira. Otra mentira, como en él es habitual. El día menos pensado va a venir el lobo y se le va a ver el plumero. Si en España ya se le tiene por mentiroso, indecoroso, vago y chulesco, me callo las adjetivaciones que los medios de comunicación europeos le endilgan a diario.
Hasta ahora solo ha buscado apoyos para los presupuestos, pero desconociendo esos. No entiendo que alguien le dé su apoyo sin conocer en qué se beneficia España o cómo se va a planificar eso de que “nadie se quede atrás”. Bueno sí, hay formaciones independentistas, nacionalistas y proterroristas que pasan de eso: lo importante es cuánto me llevo o cuánto me das; decir, los presupuestos se compran y se venden, como en la canción. Ni proyectos ni cuentas ni…ni… Pretende Sánchez que la culpa de algo pueda recaer en alguien que no sea él. Sabe de su ineficacia y de la ineptitud de sus cercanos. Va el Gobierno “de culo y cuesta arriba”. Sigue leyendo