“El Rey ni metiéndose la Viagra por la nariz o en vena tiene, hace ya muchos años, una gozosa erección”
(De Javier Hernández García). Cortesia de Almudena de Maeztu / Vamos a ver si pensamos con la cabeza. Este hombre tiene 82 años, está operado de cadera dos veces, varias prótesis de cadera, un cáncer, y dos veces de columna, que genera por las vértebras que son lo que se conoce como “cola de gato”. Aguantar los dolores requiere, si no morfina pautada, al menos calmantes muy fuertes, que es lo que hizo hace ya años que se cayera, entre otras cosas porque produce como efecto secundarios pequeños microinfartos que afectan a la coordinación.
El Rey, ni cuando le atribuyen con Corinna ni ahora puede envergar. En materia de entrepierna, su única preocupación hace muchos años es que el pañal no esté muy lleno y cambiarle. ¿Es que nadie ve a sus padres? ¿Es que nadie ha tenido un anciano cerca? Pues Don Juan Carlos, con más motivos. El Rey ni metiéndose la Viagra por la nariz o en vena tiene, hace ya muchos años, una gozosa erección.