Sírvanos de ejemplo otra “termita”, el doctor Fernando Simón, que, dicho sea de paso, NO es doctor.
Por Jesús Salamanca Alonso / Cada termita actúa permanentemente, como cada ministro y ministra lo hacen a su aire. Cada uno ha tenido su minuto o minutos de “gloria” aunque tal vez debería decir momento de despendolamiento. Echen la vista atrás y verán “historias para no dormir” o para soliviantarse.
Pueden recorrer ministerio por ministerio y en todos encontrarán fuegos de artificio como muestra de que este tipo de Gobierno no nos sirve para afrontar una crisis de calado porque carece de preparación y de transparencia. Ahí tienen los comentarios de los primeros ministros europeos, durante la Cumbre reciente, poniendo “en duda la preparación del presidente español para este tipo de urgencias y negociaciones”.