No olviden al comunista, Alberto Garzón, capaz de demostrar que había bajado el consumo de droga y el juego en las salas estando la población confinada.
Por Jesús Salamanca Alonso / Creo que para nadie son agradables las termitas y mucho menos si las sufre. Son capaces de dañar el suelo y la madera, incluso de generar alergia con sus heces y saliva. Créanme que, conociendo su efecto, cada vez tengo más claro que tenemos un Gobierno lleno de ministros, ministras, vicepresidentes y vicepresidentas que actúan cual termitas, por lo que son sumamente dañinos y dañinas. A las pruebas me remito. Y si a ese conjunto añadimos a nuestro presidente, que regresa de Europa con un rescate en toda regla y le hacen video-homenaje, entonces no tengo dudas sobre qué modelo de Gobierno tenemos. Dejo que ustedes pongan el calificativo que estimen conveniente y procedente.
Cada termita actúa permanentemente, como cada ministro y ministra lo hacen a su aire. Cada uno ha tenido su minuto o minutos de “gloria” aunque tal vez debería decir momento de despendolamiento. Echen la vista atrás y verán “historias para no dormir” o para soliviantarse. Pueden recorrer ministerio por ministerio y en todos encontrarán fuegos de artificio como muestra de que este tipo de Gobierno no nos sirve para afrontar una crisis de calado porque carece de preparación y de transparencia. Ahí tienen los comentarios de los primeros ministros europeos, durante la Cumbre reciente, poniendo “en duda la preparación del presidente español para este tipo de urgencias y negociaciones”. Sigue leyendo