“El escrache es la forma amable y educada de decir a un político que no se cree en él y que ya no representa al pueblo”
Jesús Salamanca Alonso / He comprobado que el presidente no quiere ni oír hablar de esas 32.000 familias de las víctimas oficiales que buscan mirarle a los ojos para decirle con su silencio que es responsable de negligencia con muerte final.
Cuando los tribunales den la cifra de los 42.000 y subiendo, hablará la calle. Ésta ya no puede callar más. Y lo hará en forma de escraches, algaradas, barricadas o manifestaciones. Sigue leyendo