Se hacen con intencionalidad dañina. Sorprende que, tanto el Ministerio de Sanidad como el propio gobierno ‘trichavito’, caigan tan bajo.
Por Jesús Salamanca Alonso / El Ministerio de Sanidad derrapa más que una bicicleta en aceite. Está alicatado de falsedad y negligencia. Sorprende que el filósofo siga al pie del cañón con la que está cayendo. Lo que no sorprende es el nivel de noqueo en que está el gobierno, lo miserable que demuestra ser, los reiterados intentos de aplicar métodos propios de regímenes comunistas, la capacidad de mentir y la dejadez que pretende convertir en buena gestión. Todo esto no son bulos.
No solo pretende mofarse del Cuerpo de la Guardia Civil, utilizando al general Santiago como chivo expiatorio sino que le insta a “minimizar el clima contrario a la gestión de crisis por parte del Gobierno” (sic), tal y como se ha sabido por el telegrama reciente. No se disculpó cuando debió hacerlo, de ahí que la disculpa posterior huela a patraña telegrafiada. Tampoco faltan usuarios de las redes que pretenden ver una estrategia en la que, José Manuel Santiago, intenta decir a la sociedad la presión a la que está siendo sometido y, como militar, lee cuanto le ordenan: esto lo descarto por completo, pues no es más que un simple retorcimiento de la cuestión. El valor no se le supone; la Benemérita sigue siendo admirable, pero tiene esa oveja negra. Sigue leyendo