El informe del FMI ha dado pie a jóvenes maledicentes que también han querido subirse al carro de la estupidez, la mediocridad y el odio no contenido.
Por Jesús Salamanca Alonso / No va a faltar esa mano dura que pregunte por los que ya no están. Con las imágenes de cientos de cadáveres embolsados y féretros alineados, no dejo de pensar en el informe del FMI y en la afirmación catastrofista de Christine Lagarde cargando contra la elevada esperanza de vida de nuestros mayores, para acabar el mensaje con que “algo hay que hacer”. Ese mensaje y el citado informe del FMI han dado pie a jóvenes maledicentes que también han querido subirse al carro de la estupidez, la mediocridad y el odio no contenido. Sigue leyendo