El Gobierno y el feminismo son los culpables de tantas muertes y del caos orgnizativo.
Por Jesús Salamanca Alonso / Hay algo en lo que sí ha acertado Moncloa y ha sido en transmitir un mensaje contundente a la comunidad internacional respecto a la amenaza del Covid-19. Sánchez no ha dejado de pedir “socorro” para que los líderes mundiales lideren la lucha contra el enemigo invisible. Y lo ha hecho después de desobedecer a la oposición sobre la suspensión de la barbarie del 8M y a los expertos sobre lo que podía suceder, además de pasarse por el “arco del triunfo” las exigencias de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Frente a un paso correcto, ayer, para la reunión del G20, ha dado muchos otros mal, de ahí la situación actual y el título de este artículo.
El ocultamiento de la gravedad del Covid-19 ha generado cientos de muertos. El Gobierno sí es culpable de esas muertes, como lo es de sus reiteradas mentiras. Ese es uno de los motivos de que ayer dijéramos en nuestro artículo que “Sánchez estaba fuera de juego, descolocado, desnortado, atontado, sin argumentos, con dos gobiernos en uno y con un vicepresidente que pretende quitarle el sueño”. Un ministro de Podemos filtró esas sensaciones que eran realidades concretas.
Todos los errores han sido denunciados y analizados por expertos epidemiólogos. Ni que decir que, tanto diarios de tirada nacional, digitales, redes y revistas han apuntado con bala a la pésima gestión del Gobierno en esta crisis sanitaria. Demasiado tiempo pidiendo tranquilidad en vez de ponerse a trabajar y coger al toro por los cuernos. A la oposición se lo explicaremos otro día porque sigue en la nada, en el despropósito y enganchada a las medidas del Gobierno; es decir, a remolque y peor que el propio Ejecutivo.