Mentiras y más mentiras. Patraña tras patraña. Vergüenza tras vergüenza. Hipocresía que se solapa. Indignidad que le empareda.
Por Jesús Salamanca / Desde hace unos días, José Luis Ábalos o “Carbonerito junior” está en todas las salsas. Si bien los socialistas intentan no hablar del caso porque está teñido de mentiras, financiación ilegal, amenazas y tal vez oro, en el decir de la lideresa de Coalición Canaria, lo cierto es que estamos ante el “Caso Ábalos”. El caso existe, como existe la corrupción de los ERE, la prostitución del centro de menores de Baleares o la mentira permanente, fraude y plagio del desprestigiado presidente.
Esas mentiras que el presidente Sánchez va dejando caer por donde pasa, se ven agrandadas por sus ministros a medida que intentan gestionar algo. Lo curioso es que casi siempre lo gestionan de forma deficiente y patosa. El Gobierno y su presidente no tienen nunca la culpa sino que esa es del otro: es el otro quien lo hace mal. ¿Acaso no les suena esto también en el caso de los agricultores? Primero sale el tal Pepe Álvarez echando sapos por la boca y mostrando un desprecio sorprendente hacia los agricultores: “terratenientes y casta” los ha llamado. Después, haciendo gala de una ignorancia muy habitual en él, sale el presidente apuntando a los Mercadona y a otras grandes superficies. Todo menos coger al toro por los cuernos. Sigue leyendo