De momento ya han salido un ministro y una ministra. Y Franco sigue en el Valle de los Caídos por España.
Por Jesús Salamanca Alonso / Entre todos ellos se tapan. Si la tesis doctoral de Pedro Sánchez será un escándalo en toda regla, no lo será menos la forma de obtener la titulación universitaria de dos de las actuales ministras (no cuento ya a la dimitida, Carmen Montón).
Pero eso lo dejamos para el mundo periodístico. En mi caso, como decía Hipócrates: “Mi boca no dará a conocer lo que mis ojos hayan visto y lo que mis oídos hubiesen percibido. Mi lengua callará los secretos que me sean confiados”.
Y como la política está rodeada de mentiras y putrefactos títulos falseados, no descarten que hasta el Generalísimo, Francisco Franco Bahamonde, abandonara el Valle de los Caídos, el 21 de marzo de 1976, a las 06:23 horas. ¿Va a ser que no he cumplido con la aspiración de Hipócrates, antes mencionada? Tampoco tenía por qué saberlo el general de los mortales.
Como el cuerpo de Francisco Franco no se visualizará ni es obligatorio hacerlo, en caso de traslado, nadie debe descartar que lo que se exhume y desplace sea un féretro con una losa rectangular , de 5 cm de grosor y 73 kilos de peso. El cuerpo seguirá preservado para que Podemos, socialistas, comunistas, bilduetarras e independentistas puedan seguir viviendo. Sí, señores, Franco sigue “vivo” gracias al sector más degenerado de la sociedad española que sigue apoyándose en él. Mucho deben de tener que agradecerle para que sean incapaces de gestionar su olvido. Doy fe.