Por Jesús Salamanca / El partido de Ciudadanos me recuerda a “los chicos de la gasolina”, salvando las diferencias. No se preocupan de lo realmente importante, pero sí se centran en barbaridades y minucias como el tema del máster de Cristina Cifuentes. Apenas han aterrizado en la política nacional y ya han demostrado su desorientación diaria y la sinrazón que les acompaña en los diferentes parlamentos autonómicos.
Una prueba más de que no saben aún en qué mundo se mueven es que, en comunidades como Cataluña, han sido incapaces de intentar la formación de Gobierno. La pobre Arrimadas –con un tremendo ‘pico de oro’– no se ha atrevido a llamar a otras fuerzas para medir sus posibilidades. Ha quedado como un muerto viviente, además de como una cobarde ejemplar.
Son flor de un día. Tal vez de un mal día y un peor momento.