No hay más que ver cómo hace unos días se intentó explicar a los niños (la verdad es que se hizo de forma burda y torticera) qué son “presos políticos”.
Por Jesús Salamanca Alonso / No hay duda de que estamos ante un hervidero de problemas en todo el Estado español, pero especialmente en Cataluña y en Madrid. En la primera de las comunidades se amontonan los problemas: Huelgas generales con fuerte violencia por parte de los “indepes”; excursión de los alcaldes a Bélgica para apoyar a Puigdemont; lucha sorda por montar posibles coaliciones; guerra de protagonismos; adoctrinamiento descontrolado y un largo etcétera.
La cuestión del adoctrinamiento infantil es de lo más grave que hemos presenciado en los últimos tiempos. En la segunda de esas comunidades, empiezan a salir cada día serios temas de corrupción en las filas de Manuela Carmena, hasta el punto de que el concejal de Hacienda –Sánchez Mato—levanta todo un revuelo de discrepancias, ineficacia y rechazo. Lógicamente ha sido imputado, como no podía ser de otra manera.
Precisamente la cuestión del adoctrinamiento infantil en Cataluña es lo que más nos llama la atención a los docentes, por ser algo inusual. Quienes así actúan demuestran una falta de profesionalidad que debe ser cortada de inmediato por el MECD; es más, debió cortarse hace años cuando ya se sabía que eso estaba sucediendo. Para sorpresa de muchos, nos encontramos con que hasta en el Congreso de los Diputados se considera adecuado lo que se está haciendo en las escuelas catalanas. Y más sorprendente aún es que desde el PSOE se ‘bendiga’ eso, por lo que no tardando lo pagará la formación del “señor NO”. Sigue leyendo