El martes, procederé a denunciar ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo la utilización de niños en Cataluña como ‘escudos humanos’.
Jesús Salamanca Alonso / Este que escribe — como ciudadano, contribuyente en el Estado español y como profesor de educación de personas adultas– la semana pasada cursó un escrito documentado y argumentado a la ONU y a UNICEF denunciando la utilización de los niños catalanes como ‘escudos humanos’, así como el odio mostrado por un sector del profesorado, y demostrando que la indignidad se había apoderado de las facciones más radicales de Cataluña. A esa denuncia acompañaba 25 fotografías de denigrantes situaciones, ejemplo de la indignidad, represión y del odio que se ha instalado en la sociedad catalana, así como del racismo, el ‘bullying’ y el desprecio a todo lo que no es catalán: pongo como ejemplo la presión y represión de un profesor independentista al hijo de un policía nacional para que dijera en clase quién era y a qué se dedicaba su padre.