¿Se imaginan ustedes lo que haría esta tropa con los medios de comunicación y con quienes disienten de ellos si llegaran a tocar poder?
Irene Montero, portavoz de ‘Podemos’ y Pablo Manuel Iglesias, líder de la izquierda radical, proterroristas, proetarra y prochavista.
Por Jesús Salamanca Alonso / Al Stalin podemita del siglo XXI se le empiezan a complicar las cosas en todos los sentidos y en casi todos los aspectos, particularmente en cuanto se refiere a los medios de comunicación. Con tanta “Tuerka” da la impresión de que le faltan tornillos. En apenas unos meses se ha destapado, y hoy es fácil comprobar por los medios, que se financió como la casta a la que ataca; el mundo podemita incurre en la corrupción como la casta que prometió suprimir y sus ‘satélites’ se aprovechan del capitalismo, de la Coca-Cola y de las viviendas oficiales siempre que pueden. Eso sí, todo lo justifican a costa de lo que sea preciso. Hace tiempo que se han convertido en el hazmerreír de la ciudadanía.
Pongamos como ejemplo lo sucedido con ‘La SER’ y el grupo PRISA. No solo se impidió participar a Íñigo Errejón sino que se intentó imponer a la barragana del ‘coletas’. Esa misma a quien se ha ascendido en el Congreso en un claro tráfico de influencias –por ser la ‘dama’ de compañía y por los servicios prestados, únicos méritos de quien ladra más que habla– más propio de un acomplejado que de un demócrata. ¿Quieren saber de dónde viene ese complejo? Pues viene de las mismas manifestaciones que vemos a diario: se mueven en pandilla, comandita o grupito, cual borregos sin recursos de defensa digna, destino controlado u objetivos saneados. Sigue leyendo