Da la impresión de que el sector crítico no ha entendido nada de nada desde la dimisión de Pedro Sánchez.
Por Jesús Salamanca Alonso / A estas alturas del debate – si es que en el PSOE existe de verdad – ya se puede entender el daño que Pedro Sánchez ha hecho a su partido durante los últimos años. Su estrecha visión de la realidad, su corto alcance político y el desmedido y egoísta asesoramiento de su ‘media naranja’ han repercutido muy negativamente en la formación socialista.
A ello hay que añadir que ha sido el personaje político peor valorado, no solo por su “¡NO es NO, qué parte no ha entendido, señor Rajoy!” sino por su firme decisión de tener paralizada una gobernabilidad que ha costado miles de puestos de trabajo, ausencia de ofertas de empleo público, erróneas negociaciones con la casta morada y un exceso de postureo, figureo y absurdo racaneo. Más si a ello añadimos su intención última de negociar con el radicalismo pro terrorista de ‘Podemos’, el entorno terrorista de ETA y el obsoleto independentismo, es un hecho que donde mejor está es fuera de la política; no por casualidad se le representa actualmente recorriendo los pueblos de España y desplazándose con una cabra y una escalera. Sigue leyendo