Por Jesús Salamanca Alonso / Sabíamos que se desenvolvía muy mal individualmente y que arrastraba muchos complejos de inferioridad, utilizando los mecanismos de compensación que casi todos observamos, de ahí que se mueva en manada, al igual que se mueven en manada los miembros de su grupo. El Congreso de los Diputados es mudo testigo de lo mal que se relaciona este personaje, orgulloso de ser hijo de terrorista del FRAP y forrado de odio.
No nos ha sorprendido que, en la sesión de control al Gobierno, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, le haya destrozado dialécticamente. No hay duda de que la vicepresidenta se desenvuelve de maravilla en casi todos los terrenos y este personaje morado s capaz de sacar adelante aquello que no prepara previamente. En apenas tres minutos ha quedado a la altura del betún y más ridiculizado que Cagancho en las Ventas. Sigue leyendo