OKjeda llama a Ferraz y pone a Pedro Sánchez de “niñato” para arriba.
Por Jesús Salamanca Alonso / El atrevimiento de Okjeda puso a prueba la incompetencia de Ferraz. No saben responder y, mucho menos, cuando se trata de hablar de su todavía líder, Pedro Sánchez. Hoy, con la ejecutiva federal destrozada, el “señor NO” lleva todo el día atrincherado en la sede, impidiendo la entrada a quienes no son de su cuerda. Tarde o temprano — más temprano que tarde– saldrá Pedro escaldado y con el rabo entre las piernas, porque ha roto compromisos y porque ha interpretado los estatutos de forma torticera. Sánchez se merece un cero, tanto por ser de la escuela de ZParo como por la indigencia intelectual que demuestra.
Nadie dude que a Pedro le queden dos telediarios y una magdalena de desayuno. Y como caliente el ambiente acabarán a tiros reales, como en su día los hicieron los seguidores de Largo Caballero e Indalecio Prieto. La Historia cuenta que, cuando a los socialistas se les calienta la cabeza, se echan al monte, montan las armas, se lían a tiros y se acompañan de los puños. Mientras tanto, sus primos de ‘Podemos’ se frotan las manos porque comprueban que ya se han hecho con la hegemonía de la izquierda.
La torpeza de los dirigentes del PSOE nunca fue tan rimbombante y tan evidente. El equipo del “señor NO” ha sido incapaz de gestionar la crisis en su partido, como ha demostrado ineficacia en la conformación de un Gobierno nacional. Pintan bastos en el PSOE y los militantes de verdad lo sufren. Otros se atrincheran por estar en la línea perdida de Pedro Sánchez. Ahí tienen a Oscar Puente, alcalde de Valladolid, que demuestra un despiste de órdago a la grande al apoyar al “señor NO”, como otros en Castilla y León que, tras fracasar en sus objetivos año tras año, miran con miedo a Ferraz y se santiguan para que no salten en pedazos los credos y las prebendas.
La prensa de hoy dejaba en ridículo a gente como Luis Tudanca, procurador de las Cortes de Castilla y León; a Oscar López, Oscar Puente,… Aquí sí que cuela aquello de qué malos vasallos para acompañar a un nefasto señor. Pero ya verán como algunos sacan rentabilidad a los destrozos. Al tiempo.