“Mi amigo, José Luis de Valero, ha sido condenado en firme a cumplir 135 días de prisión por ejercer su derecho a la libertad de expresión en su blog”, en palabras de Carlos CC.
Por Jesús Salamanca Alonso / A todas horas comprobamos que los políticos y los mediso de comunicación se escudan en la libertad de expresión, pero –cuando observamos y conocemos un caso como la sentencia de José Luis de Valero– uno se queda con ganas de echarse a llorar; uno no sabe si encargar una novena o un triduo para que de la vulgaridad se pase a la normalidad.
Tengo la suerte de haber escuchado muchas grabaciones de José Luis y es de las personas más exquisitas que he conocido en los planteamientos y fundamentos, así como en las recomendaciones y exposiciones. Aún recuerdo cómo sus videos, presentes en la web de ZaballeroZP, eran denunciados y eliminados una y otra vez por defensores de la corrupción, las mazmorras de la izquierda y la envidia incontrolada.
Desde que me enteré de la sentencia, no dejo de acordarme de Rodrigo Rato, Chavez, Guiñán, los cientos de implicados en los ERE, Bárcenas,… Todos estos acabarán marchándose de rositas. Al tiempo.
No olvido aquello de que “Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”. Doy fe.