Mi preocupación es saber si la corrupción es consentida y aceptada por los partidos políticos
Por Jesús Salamanca Alonso / Nadie puede negar que el tal Juan Carlos Monedero sigue siendo el prototipo de corrupto dentro de ‘Potemos’ donde, hasta los propios simpatizantes y afiliados, huyen de su lado cual corrompido o leproso de solemnidad. Y no hablamos de 250 euros sino de cuatrocientos mil euros largos.
¿Se puede ser más hipócrita, barriobajero y sinvergüenza? Hay sectores que se corrompen en la política y otros que llegan a la política ya corrompidos. Imagínense ustedes que este personaje no ha llegado a tocar poder ni a disfrutarlo. ¡Dios bendito si gestionara dinero público! ¡Que el destino nos coja confesados y a esta gente, podemita, condenada al fuego eterno y a vagar por el túnel del tiempo!