“Tales comentarios procedían de un tal Biondini, quien por motivos que desconozco se dirigía a mi ínclito amigo, Ignacio Fernández Candela”.
Por Jesús Salamanca Alonso / He leído recientemente algunos comentarios que me han sorprendido considerablemente, pero menos por lo que decían que por lo que se achacaba a la persona a quien iban dirigidas. Tales comentarios procedían de un tal Biondini, Antonio, quien por motivos que desconozco se dirigía a mi ínclito amigo, Ignacio Fernández Candela. Posiblemente más por envidia y por desorientación y desconocimiento que por la realidad de los hechos.
Quiero dejar constancia de que no conozco al tal Biondini, pero después de leer sus ‘gaznapiradas’ ni quiero hacerlo ni me interesa ni me resulta llamativo ni lo voy a hacer. Doy fe de todo ello. Algunos de los comentarios de Toni Biondini son auténticas bufonadas más propias de un ‘bocachanclas’ que de una persona educada, cortés, sensible y conocedora del día a día. Mucho lucimiento de Biondini en su muro de Facebook, donde alterna el castellano y el inglés, de forma presuntuoso e innecesaria, pero…. ya se sabe… ¡dime en qué quieres realzarte y te diré dónde están tus lagunas!
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