Por Ignacio Fernández Candela / ¿De verdad elegiría la gente de presidente al hijo de un terrorista?. Podemos juega con la propia ambición personal de sus votantes por aquello del gobierno del pueblo, de lo bajo. Se ha multiplicado el número de resentidos sin causa y parásitos que esperan vivir del comisariado político. Ya es sucio que criminales como el padre de Pablo Iglesias se camuflen de honrados en la sociedad, pero el colmo de los extremos sería que la Guardia Civil y la Policía tuvieran que observar las simpatías con el terrorismo mirando a la poltrona de la Moncloa. Sigue leyendo
