Por Jesús Salamanca Alonso / Debo confesar, ante todo, que Dolores de Cospedal no me ofrece excesiva confianza ni creo demasiado en su forma de hacer política, pero la medida de reducir el número de diputados en las Cortes castellano-manchegas hace pensar a muchos que esta vez sí que acierta.
Es excesiva la carga existente en el erario público con tanto parlamento, tantos miembros de “casta”, tantos órganos y organismos inútiles. Entendemos lo de hacer hueco a la gente de partido, pero esos cargos deberían ser pagados por el propio partido y, a la vez, recibir los propios partidos una cantidad bastante inferior a la que reciben. Sigue leyendo