Por Xavier Carrió Jamilá / Pérez Rubalcaba en la sede del PSOE de Ferraz ha dado el pistoletazo de salida a la campaña del PSOE a un mes de las elecciones europeas, cuando en el afán de dar ánimos a sus correligionarios solicitó este viernes a su comité electoral una campaña “limpia y cercana” y aseguró que no va a tolerar “ningún ataque a Andalucía”.
Ha asegurado con rotundidad que “Ni es fraude masivo, porque afecta a algunas empresas, ni son 2.000 millones de euros sino dos, ni es la Junta de Andalucía porque esas empresas están en Málaga, como también las hay en Madrid”, es simplemente una mentira, dijo Rubalcaba para quien la mentira “tenía un objetivo: ensuciar la campaña” y “ensuciar a los empresarios andaluces, a Andalucía en suma y a su gobierno antes de las elecciones”. “Y todo casa perfectamente. Lo ve, ¿no?”.
Tras afirmar que el PP filtró la información a todos los medios porque todos hablaban con los mismos tres términos –“fraude masivo, Andalucía y 2000 millones”, aclaró que “yo no me quejo de la filtración, me parecen mal las filtraciones y ojalá se puedan corregir un día, pero de esta operaciones y de campañas pensadas para salir en los telediarios, y esta abrió todos los telediarios de España, sí puedo quejarme”.
Dudo mucho que sus afirmaciones de que el fraude de los cursos de formación en Andalucía sea una campaña del PP, resulta que la informaciones aparecen los nombres de unos señores con sus nombres y apellidos que tienen toda clase de evidencias de haber sido autores del desfalco destinado a bolsillos particulares catalogando estas informaciones como un ataque a Andalucía, cuando a través de los medios de información se están dando nombres concretos de los presuntos autores de los desvíos de dinero. El hecho de sentirse castigado por estas acusaciones, pone claramente a Rubalcaba y a todo el Partido Socialista del lado de los defraudadores lo que pone en riesgo el resultado de estas elecciones.
Es cierto que la corrupción en Andalucía de momento no ha afectado ninguno de los resultados del PSA en las elecciones anteriores, lo que puede dar la apariencia de que al pueblo andaluz, como en otros lugares de España, no le importa que le estén robando, mientras los ladrones sean de nuestro partido. Pero hemos pasado dos años de brutal crisis económica sin ninguna elección y ahora mismo puede ser que todo esto no sea así y como los ciudadanos están francamente hartos con estas prácticas, haya un severo castigo a aquellos partidos que han estado protegiendo o fomentando la corrupción.
Esta estrategia ya la anticipó ayer Elena Valenciano, cuando dijo desconocer que existiera ningún escándalo por el tema de los cursos, justo cuando está a punto de cerrarse por la juez Alaya, el de los EREs, con más de 160 de cargos de la junta o UGT ahora mismo imputados o en la cárcel.
Estamos ante los mayores casos de corrupción de este país. Creo que esta estrategia, creo yo, es suicida, va a tener poco recorrido, son demasiados las informaciones que apuntan a la Junta de Andalucía como el factor necesario y dinamizador que hace prever un goteo constante de denuncias, que seguirán saliendo a la luz de manera inexorable una vez se ha abierto la ventana por parte de la justicia andaluza a la ley del silencio imperante.